Article publicat per Vicenç Navarro a la revista digital SISTEMA, 13 de desembre de 2013
Aquest article mostra la falsedat dels arguments que s’han utilitzat contra els sindicats de classe a Espanya, als quals s’ha acusat d’una suposada rigidesa del mercat laboral, causant de l’elevada desocupació.
Durante muchos años ha sido un dogma en los círculos financieros, económicos, mediáticos y políticos que definen la sabiduría convencional en nuestro país, que el elevado desempleo en España se debe a la “excesiva rigidez” del mercado de trabajo, es decir, que al empresario le era y continúa siéndole muy difícil despedir al trabajador. Se decía y repetía constantemente en los medios donde se promueve esta sabiduría convencional, que el mayor problema que existía en el mercado de trabajo español era la excesiva regulación a la cual estaba sometido y que había segmentado el mercado laboral, dividiéndolo entre los “insiders”, que tenían un contrato fijo, dificilísimo de romper (la mayoría hombres), y que hacía muy difícil al empresario despedir al trabajador, y los “outsiders”, a los que les era muy difícil entrar en el mercado de trabajo, y que cuando trabajaban solo conseguían contratos muy precarios (la mayoría jóvenes y mujeres).
En esta interpretación del porqué en España había un desempleo tan elevado, se responsabilizaba de ello a los sindicatos, por dar excesiva protección a los primeros a costa de los segundos. Se indicaba que el empresario era reacio a contratar trabajadores, pues temía que le sería muy difícil despedirlos si así lo deseaba. En España, FEDEA (el think tank de la gran banca y la gran patronal) había sido la mayor promotora de esta teoría, también muy extendida en círculos académicos, dentro de los cuales el profesor Juan José Dolado, de la Universidad Carlos III, era su máximo exponente (siendo uno de los asesores del gobierno Zapatero en las reformas laborales de este gobierno).
Ni que decir tiene que el gobierno Rajoy, el más neoliberal de los que han existido durante el periodo democrático, ha hecho suya también esta interpretación del elevado desempleo, aplicando la versión más extrema en sus reformas laborales, las cuales ha intentado justificar presentándolas como necesarias para crear empleo. Es también el gobierno más antisindical de los que han existido en España durante la época democrática.
Las reformas laborales neoliberales: la versión Zapatero versus la versión Rajoy
Coincidiendo en la interpretación (errónea) de lo que causaba el elevado desempleo, y coincidiendo también en la necesidad de facilitar el despido de los trabajadores, existían diferencias, sin embargo, entre la versión zapaterista (y de grandes sectores de la socialdemocracia europea, y muy en especial de la Tercera Vía) y la versión rajoyniana o neoliberal dura. Desde la primera, la neoliberal blanda, la estrategia propuesta se llamaba la estrategia de la flexiseguridad, que intentaba corregir el impacto negativo que le suponía al trabajador perder su trabajo, al despedírsele, proveyéndole de un seguro de desempleo generoso y facilitando su formación para que pudiera encontrar trabajo rápidamente (en realidad, el gobierno Zapatero mantuvo el seguro de desempleo, pero hizo poco en la formación profesional y en la colocación del trabajador desempleado en un nuevo puesto de trabajo).
En esta estrategia, se tomaba a Dinamarca como el punto de referencia. Se decía que en Dinamarca el empresario podía despedir al trabajador prácticamente cuando quisiera (lo cual, se decía, explicaba el bajo desempleo en Dinamarca), porque el empresario no tenía ningún recelo en contratar a un trabajador sabiendo que lo podía despedir cuando él o ella así lo deseara. Esta gran flexibilidad iba, sin embargo, acompañada de la seguridad, pues además de un buen seguro de desempleo, el Estado le ayudaba a encontrar un nuevo puesto de trabajo mediante una formación que le permitía fácilmente encontrar el trabajo que aquella formación le facilitaba.
La OCDE y su promoción de la flexiseguridad
Una de las agencias internacionales que presionó más para que el llamado “modelo danés de flexiseguridad” se extendiera a los países de la OCDE, incluyendo España, fue la OCDE, cuya sede en París es conocida por albergar los llamados “expertos economistas” mejor pagados de las agencias internacionales. La OCDE publica periódicamente los famosos informes sobre empleo y ocupación, OECD Employment Outlook, en los que se promocionan activamente las teorías y los dogmas neoliberales.
Pues bien, acaba de publicarse su último informe, OECD Employment Outlook 2013, que es un documento que tuve que leer dos veces para cerciorarme de que estaba leyendo lo que estaba leyendo. En realidad, admitía que se había equivocado profundamente en su lectura del llamado modelo danés de flexiseguridad (para ver una excelente crítica del informe, leer Ronald Janssen “Flexicurity: The Model That Never Was” en Social Europe Journal, 06.12.13). En realidad, no era cierto que el mercado laboral danés estuviera tan desregulado como habían supuesto (el término desregulación se utiliza como “facilidad para despedir a los trabajadores”). Contrariamente a ese supuesto, el nivel de regulación en Dinamarca era semejante al existente en el mercado de trabajo español, alemán y griego (sí, ha leído bien, pone español). O sea, que el mercado de trabajo danés era tan “rígido” como el mercado de trabajo español. En la tipología de grados de flexibilidad, España y Dinamarca estaban al mismo nivel. Ambos ofrecían el mismo nivel de protección contractual al trabajador (tanto colectiva como individualmente). Por encima, con mayor protección social, estaban Francia e Italia, y por debajo, EEUU y el Reino Unido. La diferencia entre España y Dinamarca no estaba en la mayor o menor facilidad para despedir al trabajador (lo que se llama flexibilidad), sino en la seguridad ofrecida, en cuanto a beneficios en su seguro de desempleo y en los programas de formación, mucho más extensos en Dinamarca que en España. Dudo de que estos datos aparezcan en la mayoría de medios de mayor difusión españoles, que son de clara sensibilidad neoliberal.
A la luz de estos datos, esperaría una nota de disculpa a los sindicatos españoles por parte de FEDEA, del profesor Dolado y de toda la batería de expertos que han atacado a los sindicatos por proteger excesivamente a los “insiders”. Pero les aseguro que no pasará. Y lo que es incluso peor, continuarán con su dogma y los medios continuarán promocionándolos. Así es España, incluyendo Catalunya, donde el pensamiento neoliberal continúa dominando los establishments políticos y mediáticos del país.
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