Article publicat per Vicenç Navarro a la columna “Dominio Público” al diari PÚBLICO, 6 de juny de 2013
Aquest article critica l’argument que atribueix l’elevada desocupació a Espanya a una suposada rigidesa del mercat laboral, mostrant evidència que desmenteix els supòsits d’aquesta teoria. L’article assenyala també que aquesta explicació està sent promoguda per les mateixes forces que estan imposant decisions macroeconòmiques responsables de la desocupació.
Una de las consecuencias del enorme dominio que las fuerzas conservadoras tuvieron sobre el proceso de transición de la dictadura a la democracia (mal definido por los establishments políticos y mediáticos españoles como modélico) es, además de las enormes deficiencias y limitaciones de la democracia española y las grandes insuficiencias del Estado del Bienestar español (todavía hoy uno de los que tiene el gasto público social por habitante más bajo de la UE-15), el asfixiante monopolio que las ideologías y posturas conservadoras, favorables al mundo financiero y a las grandes empresas, tienen de los medios de información de mayor difusión del país. Tal monopolio explica la reproducción de posturas claramente ideológicas que se presentan como científicas.
Un ejemplo de ello es el atribuir el elevado desempleo en España a la excesiva fuerza de los sindicatos que se han pasado de rosca en la protección de los trabajadores fijos (los que se llama los “insiders”) y ello a costa de dificultar el acceso a los puestos de trabajo por parte de los que están desempleados (conocidos como los “outsiders”), que son los jóvenes y las mujeres. Se intenta así crear una división dentro de la clase trabajadora, de manera que el supuestamente excesivo apego de los fijos a su puesto de trabajo dificulta que los mas jóvenes y las mujeres puedan tener más trabajo. La política pública que se deriva de esta interpretación de la causa del desempleo es que los primeros dejen de tener protección y dejen de tener contratos fijos. Se argumenta así que si los empresarios pueden despedir fácilmente a los trabajadores, los mismos empresarios tendrán menos reservas en contratar a los desempleados. Su paradójica conclusión es que facilitar la destrucción de empleo estimula la creación de empleo.
Esta postura de que el elevado desempleo es debido a la excesiva protección de los “insiders” ha alcanzado en España la categoría de dogma. Y se reproduce incluso en círculos progresistas y de izquierda. Tal como he indicado al principio del artículo, la falta de diversidad ideológica de los mayores medios de información del país explica que estos argumentos ideológicos se presenten como “verdades” basadas en el conocimiento científico económico, a pesar de que este conocimiento muestra y documenta precisamente la falta de sostenibilidad empírica de los supuestos de dicho dogma. Veamos los datos.
Que la existencia de protección social del trabajador (lo que los neoliberales llaman “rigideces” en el mercado laboral) no es la causa del desempleo en España lo demuestra el hecho de que en Europa sean precisamente los países con mayor protección social los que tengan menor desempleo. Es precisamente en los países escandinavos, de mayor cultura y tradición socialdemócrata y donde los sindicatos han sido más fuertes, donde precisamente hay menores tasas de desempleo y mayores tasas de ocupación. El desempleo en Suecia (8%), Noruega (3,2%), Dinamarca (7,5%), Finlandia (7,7%) e Islandia (6%) es menor que el promedio de la UE (UE-27 10,5%; UE-15 10,6%). Y en Alemania, el modelo que, por regla general, se presenta como ejemplo de las “reformas laborales que deberían hacerse” (pensando en las reformas realizadas por el canciller Schröder y continuadas más tarde por la Sra. Merkel), el bajo desempleo se debe precisamente a la fuerza de los sindicatos que codirigen las empresas (una situación impensable en España) y que han forzado el reparto del tiempo de trabajo en lugar del despido. (Ver el artículo “El gobierno alemán no hace lo que predica”, Sistema, 10.05.13, donde hablo de la reforma alemana).
EEUU ha tenido mayor desempleo que la UE
Otro caso que muestra la escasísima credibilidad de las tesis insiders-outsiders es comparar la evolución del desempleo en EEUU con la de la Unión Europea. Se repite constantemente que el hecho de que EEUU tenga un desempleo menor que el promedio de la UE se debe a la mayor flexibilidad laboral del mercado de trabajo en EEUU (es decir, a la mayor facilidad de despedir al trabajador que tiene el empresario estadounidense) en comparación con la UE. Si así fuera, ¿por qué, entonces, el desempleo en EEUU fue mayor que el promedio de la UE durante la mayoría del periodo post II Guerra Mundial, cuando el mercado de trabajo de EEUU era ya más flexible que el de los países que más tarde formarían parte de la UE-15? En realidad, el desempleo en la UE comenzó a ser mayor que en EEUU a partir de los preparativos del establecimiento del euro, cuando las instituciones que gobiernan al euro dieron prioridad al objetivo de controlar la inflación sobre la creación de empleo.
La mayor causa del desempleo no se encuentra en el mercado de trabajo: se halla en las políticas macroeconómicas realizadas por el establishment europeo (incluido el español)
Y ahí está el punto clave, raramente visible en los medios que quieren culpabilizar a los sindicatos del elevado desempleo. El mayor desempleo en la UE se debe, en gran parte, al sistema de gobernanza del euro, muy distinto al sistema de gobernanza del dólar, y que refleja el dominio del capital financiero sobre la vida económica del continente europeo, un dominio casi absoluto y asfixiante, sin igual en otras partes del mundo. En realidad, la manera cómo se estableció el euro (ver mi artículo sobre este tema “Causas y consecuencias del euro”, Público, 26.07.12) fue el triunfo de la ideología neoliberal, debilitando a los Estados, forzándoles a desmantelar el modelo social europeo, que daba protección social al trabajador. Basta con ver los documentos y las declaraciones del Banco Central Europeo (BCE), de la Comisión Europea, del Fondo Monetario Internacional o del Banco de España para ver claramente las propuestas que estas instituciones financieras están haciendo para resolver el elevado desempleo en España, que consisten en intentar, por todos los medios, debilitar al mundo del trabajo llegando incluso a niveles de gran insensibilidad humana y social. Es ofensivo que estas instituciones, cuyos funcionarios están entre los mejor pagados en el mercado laboral y con una enorme estabilidad laboral, estén imponiendo recortes a personas en paro con muy pocos medios -incluso en su seguro de desempleo- con la ayuda de académicos que también gozan de los mismos privilegios, una situación que muestra el grado de agresividad y hostilidad de clase que estos establishments están practicando en contra de las clases populares.
En España, sin embargo, el elevadísimo desempleo tiene muy poco que ver con la situación en el mercado de trabajo, como lo muestra que todas las reformas encaminadas a “flexibilizar” tal mercado hayan aumentado en lugar de disminuir el desempleo, con grandes descensos de los salarios. La evidencia de que el elevado desempleo se debe a otras razones, casi nunca visibles en los medios, es abrumadora. El hecho de que EEUU tenga un desempleo menor que los países de la eurozona se debe a que en EEUU existe un gobierno federal con un Banco Central Estadounidense (el Federal Reserve Board, FRB) que tiene como objetivo tanto estimular el crecimiento económico y la creación de empleo como controlar la inflación. El comportamiento de la institución liderada por el Sr. Bernanke (FRB) es casi opuesto al seguido por el BCE, liderado por el Sr. Draghi y antes por el Sr. Trichet.
La gran pobreza de la infraestructura social y física de España
Otra causa es la enorme pobreza de la infraestructura social y física de España, resultado, a su vez, de la enorme pobreza de recursos del Estado (sea este central, autonómico o municipal). Y los datos hablan por sí solos. España es uno de los países que tiene los menores ingresos al Estado, menor empleo público y menor desarrollo de los servicios públicos del Estado del Bienestar. Todo ello es resultado de una enorme regresividad fiscal, situación que comparte con los otros países PIGS (Grecia, Portugal e Irlanda) que están en mayores crisis (ver mi artículo sobre la crisis de los países periféricos “Por qué no se está resolviendo la crisis actual en España y qué debería hacerse para salir de ella”, Sistema, 29.07.11).
Estas grandes insuficiencias han sido ocultadas debido a las burbujas, consecuencia de comportamientos especulativos que caracterizan el desarrollo económico del país (resultado, a su vez, de la enorme concentración de las rentas y del carácter especulativo de las instituciones financieras españolas, apoyadas por las europeas, y muy en especial alemanas, donde se depositan las rentas derivadas primordialmente del capital).
Una última observación. El lector debería ser consciente (y actuar frente a ello) de la escasísima pluralidad de los medios. Ninguno de los cinco rotativos más importantes del país (o canales de televisión) publicaría este artículo. En realidad, los artículos semejantes han sido rechazados. Admito que esto podría deberse a las insuficiencias del artículo o de su autor, pero, francamente, no creo que este sea el caso. A riesgo de parecer inmodesto, el hecho de que el autor sea uno de los científicos españoles más citados hoy en la literatura científica internacional muestra que su escasa aparición mediática no se debe a las posibles insuficiencias del autor. La única y exclusiva causa es que presenta datos que cuestionan la asfixiante sabiduría convencional que está arruinando el país.
Ante este hecho, el lector no puede permanecer pasivo. Le ruego que distribuya ampliamente este artículo y otros semejantes (ver mi blog www.vnavarro.org y el blog “ganas de escribir” de Juan Torres) y que lo envíe como protesta a los diarios y canales de televisión, así como a los tertulianos que constantemente propagan las tesis de que el desempleo lo crean los propios trabajadores, al aferrarse a su puesto de trabajo. Ante esta falsedad, cualquier persona con sensibilidad democrática debería, no solo indignarse, sino rebelarse y movilizarse para denunciar el ataque al bienestar de nuestra población. No hacer nada y estar en silencio es hacerse cómplice de tal canallada. Y lo que está ocurriendo no puede definirse de otra manera.
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