Artículo publicado por Vicenç Navarro en la columna “Dominio Público” en el diario PÚBLICO, 20 de febrero de 2014
Este artículo señala las grandes diferencias entre el Banco Central Europeo y el Banco Central Estadounidense, que tienen enormes implicaciones para España.
Jack Rasmus, uno de los mejores periodistas en temas económicos de la revista Z Magazine en EEUU, ha descrito (“The origins and evolution of the Fed. Bernanke’s Bank–An Assessment”, febrero 2014) los eventos ocurridos a principios del siglo XX, comparándolos con los ocurridos ahora en los últimos diez años; y son sorprendentes las enormes similitudes entre el periodo de la Gran Depresión de entonces y el de la Gran Recesión de ahora. Uno de los hechos que narra es el establecimiento del Banco Central Estadounidense, el Federal Reserve Board o FRB (que fue aprobado el 23 de diciembre del año 1913 por el gobierno federal de EEUU, y establecido un año después). Este banco fue establecido precisamente para salvar el sistema bancario, que había entrado en una crisis profunda que amenazaba con su colapso. Los orígenes de este colapso son muy semejantes a los orígenes de la crisis bancaria que hemos visto durante estos años. La enorme concentración de la riqueza, resultado del enorme crecimiento de las rentas del capital a costa de las rentas del trabajo, determinó un gran aumento de la actividad especulativa por parte del sector minoritario de la población poseedor de esta concentración. El descenso de la demanda, causado por el descenso de las rentas del trabajo, dejó poco espacio en la economía productiva para generar suficientes beneficios a aquel dinero concentrado en pocas manos. La economía productiva estaba estancada.
La diferencia entre entonces y ahora es que la actividad especulativa no se centró en actividades inmobiliarias, sino en la compra y venta del cobre, mineral clave para el sistema de cables de electricidad, entre otros medios eléctricos. La banca intervino masivamente, canalizando el dinero poseído por las grandes fortunas hacia la compra especulativa del cobre, creando grandes burbujas especulativas en banca de elevados beneficios, típica característica de la economía especulativa. Cuando dichas burbujas explotaron, crearon un problema enorme, comparable al creado por la explosión de la burbuja inmobiliaria ahora, prólogo de la Gran Recesión. Este colapso de la banca creó un colapso de la actividad económica. Y los banqueros inmediatamente llamaron al Estado, al Ministerio de Hacienda (Department of the Treasury), para que los ayudara prestándoles (en realidad dándoles) dinero que salvara sus bancos. Ahora bien, el gobierno federal se resistía a darles el dinero (unas cantidades enormes debido al colapso de la banca), pues ello hubiera aumentado enormemente la deuda pública. De ahí que fuera necesario que una agencia pública independiente se estableciera, para que fuera esta la que les prestara el dinero (a unos intereses ridículamente bajos) y que este no constara como dinero público, creando deuda pública. Y así nació el FRB, que imprime dinero y se lo presta a la banca (y también al Estado). Esta agencia era independiente del Estado, pero responsable ante el Estado, es decir, que tenía que rendir cuentas al Estado, siendo su dirección nombrada por el Presidente y aprobada por el Senado. Fue así como se salvó a la banca de EEUU. Y fue así como el FRB salvó también a la banca de EEUU y del mundo en la reciente Gran Recesión. Sin el FRB de EEUU, la banca europea (y las compañías de seguros europeas) habrían colapsado. Desde 2008, el FRB ha invertido 1 billón de dólares en salvar bancos estadounidenses e internacionales (los europeos, incluyendo españoles, han sido los más beneficiados, después de los estadounidenses).
El establecimiento del Banco Central Europeo (BCE)
Fue este el mismo mecanismo el que determinó la creación del Banco Central Europeo, con unas diferencias notables. Una es que el BCE presta dinero, mucho dinero, a las instituciones financieras, también a unos intereses bajísimos. Pero, a diferencia del FRB, el BCE no presta a los Estados, lo cual los deja totalmente desprotegidos y vulnerables ante la especulación de la banca. Por regla general, no se utiliza este lenguaje porque quedaría feo y los bancos se molestarían. Se dice que los Estados tienen que estar sometidos a la disciplina de los mercados financieros (es decir, de los bancos). En realidad, los Estados son la presa de los bancos, que como sanguijuelas chupan la sangre del Estado (la gran mayoría de la deuda pública la poseen los bancos); es decir, el Estado necesita gastar dinero y lo tiene que pedir prestado, no al BCE, sino a los bancos, que le exigen unos intereses altísimos. Reciben dinero del BCE por menos de un 1%, y compran bonos del Estado a un 4% o 6%, o, en el caso de Grecia, a un 13% (cifra alcanzada en 2011). Un chollo inmejorable.
Y para complicar la cosa, el BCE es totalmente independiente. Puede hacer lo que le dé la gana, que por regla general, es lo que pide la banca. Como he dicho miles de veces, el BCE no es un banco central, es un lobby de la banca. Por cierto, me sorprende que uno de los periodistas económicos que leo con mayor interés (Xavier Vidal-Folch, de El País) últimamente presente al BCE como el gran salvador del euro y el benefactor de las economías de la periferia del euro. El euro, sin embargo, nunca ha estado en peligro de desaparecer. En realidad, siempre ha estado muy fuerte, más fuerte que el dólar. Y si bien es cierto que, como Xavier Vidal-Folch indica, el BCE evitó que empeorara la crisis de la deuda de los países periféricos, como España, cuando su director, el Sr. Draghi, indicó su disponibilidad a comprar deuda pública (con solo una frase, solucionó la crisis), también es cierto que fue el mismo BCE el que creó la crisis de la deuda pública, durante tanto tiempo. Tal como está diseñado el BCE, es imposible que España pueda salir de la crisis de la elevada deuda (que erróneamente se cree que se resolverá a base de recortes). Una situación distinta ocurre en EEUU con el FRB. El FRB compra deuda pública del Estado federal. En realidad, el BCE es en lo que el Tea Party (la ultraderecha estadounidense) desearía que se convirtiera el FRB.
Los estímulos económicos en la Gran Depresión y en la Gran Recesión
Jack Rasmus muestra otra similitud entre los dos periodos. La utilización de los estímulos económicos. A principios del siglo XX, la crisis y resolución del tema financiero, mediante la ayuda a la banca por parte del Estado, impidió el colapso bancario pero no resolvió el problema grave del bajo crecimiento, lo cual se debió a que el saneamiento de la banca no fue acompañado de un estímulo económico. No fue hasta los años 1915-1918 que el gobierno estadounidense estimuló la economía, como consecuencia del crecimiento del gasto público resultado de la I Guerra Mundial.
Un tanto semejante ha ocurrido ahora en EEUU y en la UE, aun cuando el estímulo ha sido mucho menor en la UE que en EEUU. Y además de menor, fue más corto, pues el aumento del gasto público del periodo 2009-2010 descendió rápidamente después. No tan acentuada fue la situación en EEUU. Todo lo que estoy diciendo es que es imposible que la UE se recupere a no ser que cambie casi 180º su política. Y, por desgracia, los hechos me dan la razón.