Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario digital EL DEBAT, 14 de octubre de 2010
Este artículo muestra ejemplos del sesgo neoliberal de los medios televisivos en Cataluña (incluyendo de TV3 y el Canal 33) que caracteriza los informativos y programas de tales cadenas. El artículo señala el perjuicio que este sesgo representa para la salud democrática de Cataluña, empobreciéndola considerablemente.
El mayor problema que tiene la democracia en Cataluña es el sesgo neoliberal de los mayores medios televisivos existentes en el país, incluyendo, TV3. Tal sesgo aparece incluso en el reportaje de las noticias, tal como apareció en la cobertura informativa de la Huelga General. El énfasis en la información y debate en el período pre-huelga fue sobre los sindicatos, más que sobre las causas que habían determinado la convocatoria de Huelga General. Y el telediario del mediodía (a las dos y media de la tarde), el día de la Huelga General. TV3, entre otros, inició la cobertura de la Huelga con los reportajes ocurridos a raíz de los violentos actos antisistema y las presiones realizadas por algunos piquetes de los sindicatos. El impacto voluntario o involuntario que se transmitía era que una huelga es una situación violenta y que los sindicatos son agentes agresivos que consiguen sus objetivos a través de la fuerza e incluso de la violencia. Por supuesto, los periodistas aclararon que la mayoría de manifestantes habían sido pacíficos, pero el orden y espacio consumido en el reportaje para aquellas medidas violentas habían causado ya un impacto. Nada apareció, por cierto, de la violencia silenciosa y silenciosa que se dio en miles de puestos de trabajo, en que el empresario realizó todo tipo de amenazas a sus trabajadores para que no se sumaran a la huelga. ¿Por qué no interrogó TV3 (entre otros), en ese informativo, a trabajadores que habían sido amenazados de despido en caso de que no fueran al trabajo? Esta violencia fue mucho más extendida y silenciada que la realizada por algunos piquetes sindicales que fueron los que concentraron toda la atención, centrada en aquellos actos violentos. Y, por cierto, ninguno de los tertulianos (todólogos, expertos en todo), que son los mismos desde ya hace años, elaboró o expandió la falta de equilibrio en las noticias sobre la huelga.
Pero este sesgo neoliberal aparece también en la baja presencia de voces de izquierda en las tertulias y los programas, que también se presenta en TV3, una cadena pública, que además del sesgo nacionalista conservador, tiene un sesgo neoliberal muy marcado que, a pesar de que no es único en las televisiones existentes en Cataluña (con notables excepciones), llama la atención ya que todas las encuestas señalan que la mayoría de personas en Cataluña se posiciona en el centro-izquierda y la izquierda, posturas que raramente aparecen en tales programas públicos. Un ejemplo reciente es el programa que se emitió dos días después de la Huelga, un programa llamado «4.645.500, Màxim atur» en el programa Sense Ficció en TV3. El tema era el desempleo y sus causas. Se centró en el mercado de trabajo, asumiendo que el problema del elevado desempleo se basa en el mercado de trabajo, supuesto que es, en sí, cuestionable. Temas como la disponibilidad de crédito, el comportamiento especulativo de la banca, la relación entre el capital financiero y el capital productivo, entre otros, apenas aparecieron, salvo para ser ridiculizados por dos economistas neoliberales que trabajan en Escocia, que presentaron maliciosamente que estas son preocupaciones de mentalidades conspiradores que dudan de la bondad y eficacia de los mercados.
Dentro del análisis de los mercados de trabajo, el mayor énfasis fue sobre las medidas aprobadas por las Cortes Españolas. Es de agradecer que, al revés que en otros programas, aparecieran también voces críticas a la sabiduría convencional neoliberal. Pero fueron la minoría. El hilo conductor lo llevaron economistas como el Sr. Dolado, bien conocido por sus tesis neoliberales, que ha sido el promotor de un manifiesto de cien expertos a favor de la reforma, encaminada a favorecer el despido. Nunca se hizo referencia a otro manifiesto firmado por más de 500 profesores (expertos la mayoría en temas laborales) contrarios a estas medidas. En realidad, muchos estudios rigurosos publicados en Estados Unidos han documentado que facilitar el despido no crea empleo. Y el mejor indicador de ello es que la Ley aprobada por las Cortes Españolas ya está creando más desempleo, con destrucción de contrato fijo. Por cierto, el único economista estadounidense (profesor de Chicago que aparece en el programa) hace la sorprendente afirmación (típicamente neoliberal) que los recortes de la prestación por desempleo reducirán el desempleo, ya que las personas dejarán de desear estar en desempleo cuando se les elimine la prestación, afirmación desmentida por los trabajos del Economic Policy Institute, del Center for Economic and Policy Research y otros, que han documentado el error de esta tesis neoliberal. ¿Por qué se invitó a este economista y no a otro de persuasión diferente, o invitar, al menos, a dos con persuasiones opuestas?
Por cierto, hace unos días se dio el Premio Nobel de Economía a tres economistas: Diamond, Mortenson y Pissarides, por su trabajo en desarrollar un modelo que lleva su nombre que analiza los comportamientos de los mercados de trabajo. Casi unánimemente, los medios, tanto escritos, orales, como televisivos en Cataluña y en España han indicado que tales economistas muestran que la protección social como el seguro de desempleo crean desempleo: la postura típica del pensamiento económico neoliberal. El Sr. Dolado ha llegado incluso a decir que aplicando el modelo de tales señores a España, se puede ver, que reduciendo la protección y el desempleo, la postura que él favorece, el desempleo en España se reducirá a la mitad. La lectura de los trabajos de tales autores no permite, sin embargo, tales conclusiones. Como indica el profesor de economía de Harvard University, Edward L. Glasser, uno de los economistas que ha trabajado más en la línea de aquellos autores, en su comentario laudatorio de los premiados, concluye: “El trabajo de estos economistas no nos dice como resolver el problema del desempleo, pero sí que nos permite entenderlo. Y tal trabajo viene a cuestionar la sabiduría convencional existente hoy de que la creencia de que la elevada protección social con elevados seguros de desempleo crea desempleo puede estar equivocada” New York Times (11.10.10) precisamente opuesto a lo que dice Dolado y la sabiduría convencional neoliberal que los medios reproducen.
Pero continuemos con el análisis del sesgo neoliberal. Y otro ejemplo es el programa «Singulars» del conocido convergente, el Sr. Barberà, en el Canal 33, que el lunes antes de la Huelga General, dedica su programa a entrevistar al financiero neoliberal Jonathan Tepper, que atribuye el mayor problema de la economía española a los elevados salarios de España, indicando que la Huelga General es innecesaria y contraproducente. Me parece muy bien que tal señor sea entrevistado pero me parece muy mal que no se entrevistara también a un keynesiano de izquierdas presentando otros datos y otros puntos de vista que cuestionaran tal parte del dogma neoliberal.
Este sesgo constante casi asfixiante, que aparece en todos los medios, es incluso más censurable en TV3 porque está pagada por la mayoría de la ciudadanía de Cataluña, que por cierto considera que había motivos para una huelga general y que considera que los salarios son demasiado bajos (y los beneficios empresariales demasiado altos). En realidad, este sesgo antiizquierdas en las televisiones en Cataluña es la mayor causa de que las reformas sociales que ha hecho el gobierno tripartito de izquierdas hayan tenido escasísima visibilidad mediática. Las televisiones, incluyendo TV3 se han centrado en las tensiones intragubernamentales lógicas y previsibles en un gobierno de coalición, presentándolas como «rencillas» y una «olla de grillos». Esta percepción, promovida por los medios televisivos es resultado de una escasa cultura democrática en tales medios, acostumbrados a una cultura de dominio personalista del presidente tal como ocurrió durante el período pujolista. En realidad, la mayoría de gobiernos democráticos en España son de coaliciones y tales tensiones eran secundarias a la mayor tarea del gobierno que, en su gran mayoría, cumplió sus promesas electorales, siendo el periodo 2003-2010, el periodo que ha visto más reformas progresistas en la historia de Cataluña de 1939.
En esta situación considero particularmente censurable, desde el punto de vista democrático, el comportamiento de TV3. TV3 es un medio público y tiene el deber de informar y presentar la realidad, sin los sesgos nacionalistas conservadores y neoliberales que la caracterizan. La supervisión de tal canal público por las autoridades públicas ha sido sumamente deficiente, por decirlo de una manera amable.
Pero la crítica debería extenderse a lo que se llama la «intelectualidad catalana», asociada con la corporación TV3, que ha sido callada ante estos comportamientos. TV3 vetó un programa de televisión que daba espacio a las izquierdas que favorecían el establecimiento de una República. Con contadísimas excepciones, hubo un silencio ensordecedor sobre tal censura. Y la intelectualidad que aparece en tertulias y otros programas de la corporación pública catalana de televisión, y que se presenta como democrática, no dijo ni mu. Y ahora están presentando programas en que se ve un claro sesgo antisindical y anti clase trabajadora catalana y se mantienen en el mismo silencio. Y todo ello sosteniendo que quieran Cataluña. ¿A qué Cataluña se refieren? A la Cataluña que excluye a las izquierdas? ¿A la Cataluña neoliberal que los partidos nacionalistas están proponiendo?
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