Publicado en la revista digital NOTICIAS POSITIVAS. 13 noviembre 2008
N+: Los grandes grupos mediáticos analizan estos días las causas de la actual crisis económica, y suelen apuntar a la falta de control del sistema financiero. Pero hace tan sólo seis meses muy pocas voces hablaban en estos potentes medios de comunicación de los excesos del capitalismo. ¿Serán ahora más escuchados los análisis de los economistas críticos como usted por el gran público?
Vicenç Navarro: Las páginas de economía de los medios de comunicación españoles tienen un sesgo liberal muy acentuado. Naturalmente que hay excepciones que confirman la regla. Muchos de nosotros ya indicamos que la enorme polarización de las rentas que estamos viendo hoy en el mundo iba a determinar una enorme crisis económica. También acentuamos que la desregulación del capital financiero sería el punto detonante de tal crisis. Y así ha sido. En realidad era bastante fácil predecir lo que está ocurriendo, que es una crisis incluso peor que la que existió en la Gran Depresión, puesto que entonces no había instrumentos como los derivativos, que son bombas financieras de destrucción masiva.
N+: ¿Cómo valora la concesión del premio Nobel de Economía a Paul Krugman?
VN: Positivamente. Pero hay que ser conscientes de que el Premio Nobel de Economía no lo da la Fundación Nobel, sino una empresa bancaria que ha mostrado un sesgo liberal a lo largo de su historia con notables excepciones. Una de ellas fue mi maestro Gunnar Myrdal, que al dársele el Premio Nobel sugirió que se cancelara tal premio.
N+: Los partidos socialdemócratas europeos afirman que el neoliberalismo ha muerto. ¿Pero qué es realmente eso que dicen que ha muerto? ¿está bien explicado el neoliberalismo?
VN: No estoy seguro de que haya muerto. En realidad lo veo muy vivo. En EE.UU. la nueva agencia federal que supuestamente tiene que supervisar el capital financiero, está claramente controlada por Wall Street, y esto no cambiará con la Administración Obama. Y aquí en España estamos viendo que como respuesta a la crisis, no se están proponiendo medidas de gran expansión de gasto público, sino al revés, se están imponiendo unas tesis de austeridad de gasto público con voces dentro del partido conservador pidiendo incluso la reducción de impuestos como medida de estimular la economía.
N+: Por otro lado, los socialdemócratas apoyan todas las medidas de rescate del sector financiero. ¿Salvar al mercado a costa de los ciudadanos y de las políticas sociales no es en el fondo una solución neoliberal?
VN: El neoliberalismo ha sido siempre intervencionista. En contra de lo que proclama, el neoliberalismo ha favorecido la expansión del Estado. En realidad el presidente Reagan fue uno de los presidentes más intervencionistas que ha tenido EE:UU. El gasto público aumentó de forma muy notable y los impuestos también. Redujo los impuestos de los grupos más aposentados pero los incrementó para el resto de la población. El tema no es más o menos Estado, sino las características de las intervenciones de los Estados (es decir, de sus políticas públicas), resultado de las influencias de clase sobre aquel Estado. El neoliberalismo es la ideología de las clases dominantes que han utilizado el Estado para promover sus intereses de clase. Lo que ha estado ocurriendo en EE.UU. es un ejemplo de ello.
N+: La credibilidad de la clase política, que ya estaba muy dañada, está siendo otra de las grandes damnificadas de esta crisis. ¿Es posible seguir sosteniendo que los gobiernos democráticos representan los intereses de sus ciudadanos?
VN: El maridaje entre el mundo empresarial y financiero y el mundo político, ha creado una enorme repulsa popular hacia las clases políticas. Esto explica como “Washington” sea tan impopular entre las clases populares estadounidenses. Esta situación comienza a darse también en Europa. Estamos hoy viendo una protesta popular en contra de la Europa que se está construyendo a espaldas de la ciudadanía.
N+: ¿Qué va a pasar con el estado del bienestar en Europa si los gobiernos no corrijen su forma de actuación? ¿Y qué va a suceder con el Sur, con los países subdesarrollados?
VN: El estado del bienestar en Europa se está debilitando. La evidencia empírica lo muestra claramente. Y ello se debe a la evolución política en Europa. Hoy la derecha domina Europa. Y ello se debe a que las izquierdas se desprestigiaron al incorporar en sus programas elementos de la filosofía neoliberal que creó gran abstención entre sus bases electorales.
En el Sur hay elementos muy positivos. Lo que estamos hoy viendo es que la alianza de clases que existía entre las clases dominantes del Norte y del Sur (ambas apoyando el neoliberalismo) se está resquebrajando debido a una alianza incipiente pero con gran potencial entre las clases dominadas del Sur y del Norte.
N+: El 15 de noviembre tendrá lugar en Nueva York la reunión del G20, donde los líderes mundiales intentarán “construir el capitalismo del siglo XXI”, en palabras del presidente de la República Francesa y de la UE, Nicolas Sarkozy. Parece que se estuviera planteando un profundo debate sobre el sistema económico y financiero del que saldrá un nuevo marco completamente distinto ¿Pero éste debate es realmente tan profundo o tiene límites?
VN: No tengo mucha confianza en esta reunión. Tengo más confianza en las iniciativas que puedan salir de las distintas regiones mundiales y muy en particular de fuerzas progresistas que estan apareciendo no sólo en el Sur, sino también en el Norte. La demanda de la democratización de las sociedades con gran hincapié en las medidas redistributivas será una constante en nuestros tiempos.
N+: ¿Y qué papel debe jugar los ciudadanos y los movimientos sociales en este proceso de repensar el capitalismo? ¿Estamos ante la ocasión esperada por el movimiento de justicia global, el mal llamado movimiento antiglobalización?
VN: Estos movimientos sociales tienen que recuperar a las bases históricas sobre las cuales se han realizado cambios profundos en la historia de la humanidad. Hay que recuperar ese sentido histórico y aprender de los éxitos y también fracasos de las fuerzas progresistas del mundo incluyendo de las Internacionales del movimiento obrero. Creo que es un momento para que se hable seriamente de establecer una nueva Internacional que facilite la dimensión organizativa un tanto olvidada en el movimiento de justicia global. El adversario es enormemente poderoso y no se puede construir otro mundo con actitudes meramente testimoniales y con comportamientos anarcoides. Se requiere también esfuerzo y organización.
N+: Intentemos acabar la entrevista con un mensaje positivo. ¿Podemos encontrar en esta crisis una puerta a OTRO MUNDO ES POSIBLE?
VN: Yo soy optimista. Creo que nunca habíamos vivido en los últimos cincuenta años un deseo tan marcado de cambio, resultado de la enorme crisis no sólo económica y financiera, sino también política, que hoy estamos viendo en el mundo. Me gustaría aprovechar la ocasión para invitar al lector a leer otras reflexiones sobre este tema en mi blog: www.vnavarro.org