Entrevista realizada a Vicenç Navarro el 15 noviembre 2008
Por Cristina González Sánchez para Informativos telecinco.com
1. Usted ha afirmado que la información sobre las elecciones de EEUU se han centrado mucho en la personalidad del candidato vencedor Barack Obama, ¿cuáles son las causas de esto?
Los medios de información tienden a centrarse en las personalidades, olvidando el contexto político que determina que unas personalidades tengan mayor protagonismo histórico que otras. Así, en España, la transición española se presenta erróneamente como resultado del rol de ciertos personajes como el Rey, el Presidente Suárez, y otros grandes nombres, sin señalar que el punto más importante de la transición fue la movilización popular y muy en especial de la clase obrera. Desde el año 1974 hasta el 1978, España tuvo el mayor número de huelgas políticas que ha habido en Europa en el siglo XX. Lo mismo está ocurriendo en EE.UU. No es Obama el que ha creado un movimiento, sino al contrario, ha sido un enorme movimiento popular de protesta en contra de la clase política, cautivada por el mundo empresarial y financiero (conocida en EE.UU. como Washington), que ha hecho que un personaje como Obama sea posible. Sin esa movilización popular, Obama sería una mera nota a pie de página.
2. ¿Unas elecciones demasiado mediáticas?
Si. Obama ha sido un fenómeno mediático que da una visión errónea de lo que está ocurriendo en EE.UU. Parece como que la solución a los problemas del mundo es encontrar el mesías adecuado. Incluso aquí en España hay voces que están pidiendo donde está el Obama español. Me parece una pregunta frívola, resultado de una cultura mediática excesivamente sensacionalista.
3. ¿Obama no es «un gran personaje»? (Como le califican algunos)
Obama es un político hábil y astuto, que ha sabido capitalizar la enorme impopularidad de Washington, presentándose como el candidato del cambio sin haber definido claramente cuál es ese cambio.
4. ¿Qué significa la elección de Obama? Además de ser la elección en las urnas de los estadounidenses.
Significa que un ciudadano afro americano será Presidente de EE.UU., lo cual es muy positivo e importante, y que la época Bush ha terminado, lo cual también es muy positivo e importante. Por lo demás, será un político muy semejante al Presidente Clinton. La administración Obama será muy parecida a la administración Clinton.
5. ¿Qué ha hecho posible el ‘fenómeno Obama’?
El gran descontento de las clases populares con la clase política de aquel país.
6. ¿Hubiera sido más rompedora la figura de una mujer en la presidencia de EEUU?
Es muy probable que la presidencia de EE.UU. la ocupe una mujer una vez termine la administración Obama.
7. ¿Puede que Sarah Palin tenga un papel en el futuro de EEUU?
Si. Será una fuerza importante liderando la ultraderecha estadounidense, que tiene una base social muy amplia. Existe un populismo de ultraderecha que ella liderará.
8. Usted es gran conocedor de la política estadounidense y de la sociedad americana, ¿se atreve a hacer alguna predicción sobre la gestión de Obama?
Como he dicho, la administración Obama será semejante a la administración Clinton.
9. La sociedad americana ha despertado para movilizarse contra la gestión de los republicanos y de Bush, ¿es el principio de un cambio en EEUU?
Habrá un cambio importante en las políticas domésticas con mayor hincapié en intervenciones de tipo keynesiano, dando un mayor protagonismo a las intervenciones públicas del gobierno federal. En la política exterior no habrá un cambio muy significativo, aunque el conflicto de Afganistán se incrementará notablemente. Será una administración más dialogante pero sin cambios muy significativos.
10. ¿Cuál es el cambio que necesita la sociedad?
Un cambio muy profundo en la democracia estadounidense que es una democracia muy insuficiente y muy incompleta. El sistema electoral está privatizado, estando financiado por el mundo financiero y empresarial. A no ser que hayan cambios en la manera en como se eligen los políticos, no creo que haya cambios muy significativos en aquel país. Lo que el país necesita es unas políticas redistributivas muy notables con la universalización de un estado del bienestar muy insuficiente. Casi el 45% de las personas que tienen enfermedades terminales (es decir que se están muriendo) comunican que están muy preocupadas de cómo ellas o sus familiares van a pagar las facturas médicas. Esto es un indicador de la enorme crueldad del sistema estadounidense. Cuando el que será Presidente, Obama, dice que la fortaleza de EE.UU. no tiene que venir de las armas sino de los valores que defienden, la ciudadanía del mundo tiene que ser consciente de que estos valores están muy limitados en el propio EE.UU. El derecho de acceso a los servicios sanitarios en tiempo de necesidad, por ejemplo, no existe en EE.UU. y aquel país no ha firmado la declaración de derechos humanos que prohíbe, por ejemplo, el trabajo de los niños y su Constitución no garantiza el derecho a la sindicalización. En Europa y en España, se idealiza a EE.UU. con excesiva frecuencia. Conozco bien EE.UU., donde he trabajado durante treinta y cinco años. Si usted pertenece al 30% superior del país, EE.UU. es una sociedad que le permite un nivel de vida muy elevado. Pero si usted pertenece a la clase trabajadora o a gran parte de las clases populares, usted no gozará de derechos tan elementales como la sanidad pública o el derecho de sindicalización. Lo que tendría que ocurrir es una reforma profundamente democrática de aquel país, eliminando las enormes influencias que tiene el mundo financiero y de las grandes empresas en la vida política del país. El último ejemplo de ello es el control que tiene Wall Street (el centro del capital financiero) sobre la agencia federal que supervisa a la comunidad bancaria, y que acaba de establecerse por el gobierno Bush (aprobado también por Obama).