Publicado en el periodico digital EL PLURAL. 5 diciembre 2008
Una vez más, gran número de periodistas en los medios de información españoles, para explicar la transición de la Administración Bush a la Administración Obama, han traducido al castellano lo que dicen los mayores medios de información y persuasión estadounidenses, sin ejercer la crítica que uno esperaría de unos medios que viven en un contexto político y social muy distinto al de EE.UU. Así, el nombramiento del equipo económico por parte del que será pronto nuevo Presidente, el Sr. Barack Obama, se ha definido como pragmático, centrista y no ideológico por parte del New York Times y CNN y, como no, así lo han definido varios corresponsales de mayores diarios de nuestro país. No quiero poner nombres y diarios para no crear situaciones embarazosas. Pero haberlos, los hay y muchos. Los podría citar con número y página.
El único problema que tiene este mimetismo mediático es que tal definición no se corresponde con la realidad. Tal como bien muestra Norman Solomon en su reciente artículo “The Ideology of not Ideology” (Counterpunch, 27/11/08) no existe un economista o científico social que no tenga su propia ideología, independientemente de que el o ella sea consciente de ello. Y en el caso de las personas que constituyen el equipo económico del Sr. Obama, su ideología es muy fácil de definir. Comencemos por los máximos personajes en el equipo económico, los Sres. Timothy Geithner y Larry Summers. En su presentación a la prensa, el Sr. Obama alabó su competencia en manejar crisis financieras. Dijo que esperaba que resuelvan la crisis financiera presente “con la misma pericia con que lo hicieron para resolver las crisis financieras del Este Asiático, Rusia y Argentina de los años noventa”. Los periodistas españoles tenían que haber informado que ambos economistas fueron favorables a desregular los mercados financieros en aquellas regiones y países, habiendo contribuido enormemente a la acentuación de sus crisis financieras. Tal como ha mostrado el economista Mark Weisbrott, del prestigioso Center for Economic and Policy Research de Washington, sus recetas para resolver aquellas crisis, vehiculadas a través del Fondo Monetario Internacional, las empeoraron considerablemente. No demostraron gran competencia y sus políticas llevaban el trade mark del neoliberalismo en cada una de ellas.
Los dos economistas son próximos a Robert Rubin, quien fue secretario del Tesoro (equivalente al Ministro de Economía y Hacienda de España) durante la Administración Clinton (como también lo fue Summers). Tanto Rubin como Summers fueron promotores de la desregulación de los mercados financieros en los años noventa, responsable de la enorme crisis presente. A los dos, junto con Greespan, el entonces Gobernador del Banco Central Estadounidense (The Federal Reserve Board), se les llamaba “Los Tres Mosqueteros” responsables de la enorme desregulación de Wall Street, el centro financiero de EE.UU., y que se inició ya en la época de Clinton. Summers fue también quien alentó el shock privatizador en la antigua Unión Soviética que creó el colapso de aquella economía, causa de que la esperanza de vida en la nueva Rusia se redujera cuatro años en el periodo de la Transición política de aquel país. Como muchos autores han señalado, la privatización podría haberse hecho de otra manera más suave y menos radical. Summers fue también el director del equipo económico del Banco Mundial, haciéndose impopular en los países en vías de desarrollo al haber propuesto que el problema de los despojos tóxicos resultado del desarrollo industrial y nuclear de los países desarrollados debiera resolverse enterrándolos en los países pobres (y muy en especial en África), argumentando que la esperanza de vida en aquellos países era lo suficientemente corta para no tener tiempo de desarrollar los cánceres que tales residuos tóxicos podrían causar.
Tal falta de sensibilidad social y humana hizo que se creara por parte del centro Public Citizen, un think tank progresista en Washington, un premio que lleva su nombre y que se da a las personalidades que muestren mayor falta de sensibilidad social. El mismo fue uno de sus primeros recipientes del premio cuando, como Rector de la Universidad de Harvard, tuvo que dimitir como consecuencia de sus declaraciones de que el escaso número de Catedráticas en las ciencias físicas y matemáticas en la Universidad de Harvard se debía a la menor habilidad biológica y psicológica de las mujeres hacia tal tipo de ciencias. Las mujeres en Harvard forzaron su dimisión. Su maestro y mentor, Sr. Rubin, ha sido director del Citigroup, y también de Goldman Sachs, responsable en ambos bancos de las prácticas que les han llevado a la bancarrota. Timothy Geithner, el nuevo Secretario del Tesoro, es también próximo a Rubin y fue también favorable a la desregulación del capital financiero, aun cuando tuvo reservas de la manera como se estaba haciendo.
Referente al nuevo Secretario de Justicia (equivalente al Ministro de Justicia) Eric Holder (que tiene también funciones reguladoras en el campo económico), trabajó para el Presidente Clinton, siendo el abogado que gestionó el perdón que el Presidente dio al financiero Marc Rich, que había sido condenado por corrupción (y que había dado muchos fondos para la Biblioteca del Presidente Clinton). Su caso más público y polémico ha sido su asesoramiento de Chiquita Banana, una empresa agrícola estadounidense, en su lucha legal contra campesinos colombianos víctimas de los paramilitares financiados por la compañía agrícola. Holder es afroamericano.
Y por último, el que será Jefe del Gabinete del gobierno Obama, el Sr. Emmanuel, fue banquero antes de ser miembro del Congreso de EE.UU., siendo el congresista que recibió más fondos del Wall Street en la última campaña electoral. Su lealtad a la comunidad bancaria de Wall Street se mostró cuando lideró la desregulación bancaria llevada a cabo por el Congreso Estadounidense. Se le conoce también por su apoyo incondicional a Israel, habiendo luchado en el Ejército de Israel. Recientemente, después de que fuera nombrado futuro miembro del Gabinete de Obama, tuvo que pedir disculpas por unas declaraciones anti-árabes hechas por su padre.
Espero que el lector concluya que definir a aquellos señores responsables de las políticas económicas del Sr. Obama como “pragmáticos, centristas y no ideológicos” es forzar excesivamente el significado de estos términos. Los periodistas españoles debieran ser más críticos de lo que han sido hasta ahora, de lo que dice el The New York Times y la CNN, y también de lo que dice el Sr. Obama. Ni que decir tiene que hay excepciones pero son muy, muy pocas las voces críticas en nuestro entorno. Es de una enorme importancia que se conozca bien lo que ocurre en EE.UU. Pero se está idealizando lo que está pasando en la vida política de aquel país. El hecho de que, sin lugar a dudas, la Administración Obama será mejor que la Administración Bush (una de las peores en los últimos cincuenta años), no debiera dar lugar a una pérdida de capacidad crítica en los análisis de la Administración Obama.