Entrevista de la Fundación 1 de Mayo de CC.OO. al professor Vicenç Navarro, setembre de 2010
P.: ¿Qué opina de la huelga general convocada en España el 29 de Septiembre?
R.: Es necesaria para protestar la avalancha de políticas neoliberales que están afectando negativamente la calidad de vida de las clases populares.
P.: ¿Y de las movilizaciones en el resto de Europa?
R.: Estas políticas se están siguiendo en toda la Unión Europea. De ahí la necesidad de que se movilice a nivel de toda Europa.
P.: ¿Cuál es su valoración del papel de las organizaciones sindical en esta crisis económica?
R.: Los sindicatos siempre han sido las fuerzas más coherentes en la defensa del bienestar social de las clases populares. Y en este momento, las medidas que proponen son las más adecuadas para salir de la crisis. Las políticas de austeridad de gasto público y social son profundamente erróneas. Nunca las grandes recesiones se han resuelto con medidas de austeridad de gasto público.
P.: ¿Como valora la reforma laboral aprobada en el Congreso y las otras medidas tomadas por el ejecutivo para afrontar la crisis?
R.: La reforma laboral tiene elementos positivos pero los negativos son más que los positivos. Detrás de la reforma está el intento de abaratar el precio del trabajo.
P.: A su juicio ¿es posible salir de la crisis con las iniciativas tomadas hasta el momento?
R.: No. Se requieren medidas expansivas de gasto público en áreas de creación de empleo.
P.: ¿Qué otras decisiones se deben y se pueden tomar?
R.: Medidas que deberían realizarse incluyen la conversión de las cajas de ahorro en bancos públicos que garantizaran el crédito a las empresas y a los ciudadanos.
P.: Tenemos más del 20% de paro ¿cómo podemos situarnos en las cifras de desempleo del resto de los países europeos avanzados?
R.: En contra de lo que se dice, las intervenciones del estado para crear empleo han sido excesivamente limitadas. España tiene uno de los sectores públicos más pequeños en la UE-15. En realidad, sólo un adulto español de cada diez trabaja en los servicios públicos del estado del bienestar. En Suecia es uno de cada cuatro
P.: ¿Qué papel tienen los servicios públicos esenciales como la sanidad o la enseñanza en sociedades como la nuestra?
R.: En contra también de lo que se dice, estos servicios son una inversión y no sólo un consumo. No existe conciencia en los equipos económicos de los distintos gobiernos que ha tenido España en la época democrática, de que el estado del bienestar es una inversión y no mero consumo.
P.: Su sensibilidad en torno a lo público está recogida en los artículos que ha publicado en diversos medios de comunicación y también en sus libros. Me gustaría que nos diese sus líneas argumentales.
R.: En España, lo público está siendo subvalorado debido a las influencias que las derechas tienen en los medios de persuasión. Los servicios públicos ofrecen mayor calidad que los servicios privados, y las pensiones públicas ofrecen mayores garantías que las privadas. La evidencia de ello es abrumadora.
P.: Usted, como profesor en el Reino Unido y en Suecia, supongo que ha encontrado diferencias con nuestro país. ¿Podría comentarnos algunas de las más notables?
R.: La mayor diferencia es la política. En España las derechas son muy poderosas y las izquierdas son débiles, resultado de la historia que este país tiene. Esta es la razón del subdesarrollo social de España. En Suecia es al revés, las izquierdas históricamente han sido poderosas, y las derechas, hasta ahora, habían sido muy débiles.
P.: El gobierno ha anunciado su intención de subir la edad de jubilación y modificar los criterios para saber su cuantía, ¿en qué medida favorece esta iniciativa la salida de la crisis?
R.: Es un error el retraso obligatorio de la edad de jubilación. Y esta medida no tiene nada que ver con la salida o entrada de la crisis. Se está utilizando esta crisis para llevar a cabo medidas neoliberales que las derechas han deseado realizar desde hace muchos años.
P.: ¿Está en peligro el estado del bienestar?
R.: Si. Es un peligro político, no económico. Hoy las derechas están muy movilizadas y las izquierdas están muy desmoralizadas. Esto es un enorme peligro para la supervivencia del estado del bienestar.
P.: Si pudiese asesorar al gobierno, ¿cuales serían sus indicaciones?
R.: Expandir el gasto público de una manera muy notable, invirtiendo en áreas deficitarias, como son los servicios públicos del estado del bienestar, para crear empleo. También propondría una reforma fiscal progresiva, con eliminación del fraude fiscal. Y propondría también cambiar las cajas transformando en bancos públicos. Esto permitiría salir de la crisis mucho más rápido de lo que vamos a salir ahora.
P.: En una carta que escribió a “El País” argumentaba usted en torno a la labor de los medios de comunicación que favorece la clasificación de nuestra sociedad en “castas”. Me pareció una reflexión muy interesante y de calado democrático. ¿Le importaría darnos una clase para diferenciar es ser del tener?
R.: Las clases sociales se basan en la relación que la población tiene con la estructura económica y empleo. La división de clases altas, medias bajas tiene que ver con el nivel de renta, pero no con el origen de tal renta. Y lo que es importante es, precisamente, este origen.
P.: Como observador comprometido con la realidad ¿como piensa que debemos encarar el futuro?
R.: Movilizando a la población y recuperando la memoria de la ciudadanía, haciéndoles conscientes de que todo lo que tienen se debe a la lucha que sus padres y abuelos hicieron. Y que si desean un mundo mejor para sus hijos tienen que continuar esas movilizaciones para mejorar el bienestar insuficiente y la democracia incompleta que tenemos.
P.: Me gustaría que nos dijera si todos y cada uno de nosotros podemos hacer algo para que las cosas mejoren y cuales son las medidas a adoptar en lo inmediato.
R.: Aumentar el grado de compromiso con el bienestar de la ciudadanía y movilizarse para asegurarse de que existe una protesta generalizada en contra de estas políticas.
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